Cosas que deberías tener en cuenta al diseñar tu vestido de novia (más allá del encaje y la tela)

Hay algo profundamente simbólico en crear tu propio vestido de novia.
No se trata solo de elegir una tela o un corte, sino de construir una segunda piel para uno de los días más significativos de tu vida. Un vestido que no solo te vista, sino que te represente. Que hable de ti, de tu forma de estar en el mundo, de cómo ríes, de cómo abrazas.

En Lanaranja, hemos tenido la suerte de fotografiar a muchas novias que diseñaron su vestido desde cero. Y hoy queremos compartirte lo que hemos aprendido observando, desde dentro, esos momentos mágicos donde todo cobra forma.

1. Elige sentirte tú (no disfrazarte de novia)

Una falda con vuelo no te hará flotar si no es lo tuyo. Un escote pronunciado no te dará poder si no te representa. El vestido debe hablar tu idioma corporal. Porque cuando te sientes tú, todo fluye. Tu mirada, tu postura, tu risa. Y eso, créenos, se nota en las fotos.

2. Ten en cuenta el movimiento

¿Vas a bailar hasta el amanecer? ¿Casarte frente al mar con el viento como invitado? ¿Cruzar un campo o lanzarte a los brazos de alguien sin pensarlo? Tu vestido debe acompañarte. No sujetarte, no limitarte. La libertad también se cose.

3. El contexto importa (y mucho)

Tu vestido forma parte de una historia: la de tu boda. Piensa en el espacio, en la luz, en la estación del año, en los colores que te rodearán. No para encajar, sino para que todo tenga armonía. Que cuando te veas en las fotos, digas: “Ahí todo tenía sentido.”

4. Diseñarlo no es solo elegir lo bonito, es tomar decisiones con alma

El encaje de la abuela. Una espalda abierta que siempre te ha encantado. Una flor bordada a mano por una amiga. Los pequeños detalles cuentan, porque la emoción también se cose a mano. Y es justo ahí donde está la magia.

5. Trabaja con alguien que sepa escucharte

Diseñar tu vestido no es un trámite, es una conversación. Elige a alguien que entienda tu sensibilidad, que sepa leerte entre líneas, que traduzca tus emociones en siluetas y texturas. Lo visual importa, sí. Pero más aún lo invisible.

Vestido de novia diseñado a medida colgado en una habitación con luz natural. Imagen estética y emocional, perfecta para contar el antes del "sí quiero".

Fotografía: @by.lanaranja

¿Y qué tiene que ver todo esto con la fotografía de bodas?

Todo.

Porque cuando un vestido te representa de verdad, no hace falta posar. Basta con estar. Y eso es lo que nosotros fotografiamos: la verdad de ese momento, la belleza sin esfuerzo, la emoción sin guión.

En Lanaranja hacemos fotografía de bodas documental y artística. No buscamos imágenes perfectas. Buscamos imágenes que se sientan. Que tengan luz, alma, verdad. Que hablen de ti, de tu vestido, de tus pasos, de tu historia.

Estamos en Madrid, Sevilla y viajamos por toda España. Si te vas a casar y estás creando tu vestido con mimo y con intención, nos encantaría contar esa historia como merece: desde dentro.

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